
La fecha de caducidad en los AOVEs siempre ha sido un tema delicado. Muchos de los aceites que hoy mismo encontramos en las estanterías de tiendas y supermercados han sido marcados con una fecha que bien podría ser a 2 o 3 años de la fecha de embotellado o molturación.
¿Cómo sabemos, al comprar un aceite, que realmente es de la última cosecha?
Mucho se ha hablado de obligar a los productores a marcar el año de la cosecha en la etiqueta, pero este dato pondría en seria desventaja comercial a los millones de litros que hay en el mercado provenientes de cosechas anteriores frente a los más “frescos”. Las grandes marcas, desde luego, todavía no están por la labor.
Nosotros, y como parte de nuestro compromiso con el cliente, hemos decidido, desde esta última molturación, marcar el año de la cosecha en la botella. Así el cliente sabe perfectamente cuándo y dónde se molturó el zumo de oliva que tiene en sus manos.