Mitos y verdades sobre el aceite de oliva: ¿sabes realmente cómo consumirlo?

El aceite de oliva es mucho más que un ingrediente en la cocina mediterránea; es cultura, salud y tradición líquida. Sin embargo, alrededor de este “oro verde” circulan muchas creencias, algunas ciertas y otras no tanto.

En Oli Solivellas queremos ayudarte a diferenciar mitos y verdades para que puedas disfrutar y aprovechar al máximo cada gota de un buen aceite de oliva virgen extra (AOVE).

Mito 1: el aceite de oliva no sirve para cocinar a altas temperaturas

FALSO.
Uno de los mitos más extendidos es que el aceite de oliva no es apto para freír o cocinar a temperaturas elevadas. La realidad es que el AOVE tiene un punto de humo alrededor de los 190-210°C, similar o incluso superior al de muchos aceites refinados. Además, al ser rico en antioxidantes y grasas monoinsaturadas, mantiene mejor sus propiedades frente al calor que otros aceites vegetales. Eso sí, como cualquier grasa, si sobrepasamos los 220°C, el aceite se deteriora, pero no más que cualquier otro.

Mito 2: el aceite de oliva engorda más que otros aceites

FALSO.
Calóricamente, todos los aceites aportan las mismas calorías: alrededor de 9 kcal por gramo. La diferencia está en la calidad de esas grasas. El aceite de oliva virgen extra es rico en ácido oleico (grasa monoinsaturada saludable) y en polifenoles, que ayudan a combatir la inflamación y los radicales libres. Lo importante no es eliminar el aceite, sino consumirlo en la cantidad adecuada y de buena calidad.

Mito 3: el color del aceite indica su calidad

FALSO.
Este es otro error frecuente. El color del aceite depende de factores como la variedad de aceituna, el grado de maduración o el proceso de extracción, pero no determina su calidad ni su sabor. Un aceite verde intenso puede ser excelente o no, y uno más dorado puede ser igual de bueno. Por eso, en las catas profesionales se utiliza un vaso azul o rojo, para no dejarse influir por el color.

Verdad: el aceite de oliva es un producto vivo y perecedero

CIERTO.
El AOVE no mejora con el tiempo como un buen vino. Desde el momento en que se extrae, comienza un proceso natural de oxidación que hace que pierda aroma, sabor y propiedades. Por eso, te recomendamos consumirlo dentro del año de cosecha y guardarlo en un lugar fresco, oscuro y bien cerrado, lejos del calor y la luz.

Verdad: no todos los aceites de oliva son iguales

CIERTO.
En el supermercado encontrarás distintos tipos: aceite de oliva, virgen, y virgen extra. Solo el aceite de oliva virgen extra es 100% zumo de aceituna, obtenido por procesos mecánicos y sin defectos sensoriales. El aceite de oliva “a secas” suele ser una mezcla de aceites refinados y vírgenes, con menos sabor, aroma y beneficios nutricionales.

En resumen

El aceite de oliva virgen extra es un alimento versátil, saludable y delicioso que merece ser conocido y utilizado sin miedo ni falsas creencias. Cocinar, aliñar o simplemente mojar un trozo de pan en un buen AOVE es uno de los grandes placeres de la dieta mediterránea, pero también un acto de salud y respeto por un producto ancestral.

En Oli Solivellas, apostamos por la transparencia y el conocimiento. Porque cuando sabes lo que consumes, disfrutas el doble.

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