5 consejos para elegir un buen aceite de oliva

El aceite de oliva es un ingrediente clave en la cocina mediterránea y un aliado inigualable en la alimentación saludable. Sin embargo, no todos los aceites de oliva son iguales, y saber elegir uno de calidad puede marcar la diferencia en sabor y beneficios nutricionales. A continuación, desde Oli Solivellas te ofrecemos 5 consejos para elegir un buen aceite de oliva y aprovechar al máximo sus cualidades.

1. Conoce las categorías de aceite de oliva

El primer paso para elegir un buen aceite de oliva es comprender sus diferentes categorías. Estas se dividen principalmente en:

  • Aceite de Oliva Virgen Extra (AOVE): el aceite de oliva virgen extra es el de máxima calidad, extraído exclusivamente mediante procesos mecánicos de aceitunas en perfecto estado, sin intervención de procesos químicos. Antes de su embotellado, se somete a análisis químicos y sensoriales en laboratorios acreditados que verifican que su acidez no supere el 0,8º y que su sabor y aroma sean impecables. En el caso de estos nuestros aceites, su acidez es aún más baja, no superando los 0,2º, y destacan por su intenso frutado. En Oli Solivellas, el nivel de calidad se logra mediante producción artesanal en finca propia, cuidando los olivos todo el año para recoger sólo las aceitunas perfectas de los árboles más sanos.
  • Aceite de Oliva Virgen: tiene una acidez ligeramente superior (hasta 2%). Aunque es de buena calidad, su sabor es menos intenso y puede tener ligeras imperfecciones en comparación con el AOVE.
  • Aceite de Oliva: es una mezcla de aceite de oliva virgen y aceite refinado (obtenido mediante procesos químicos). Su acidez es generalmente baja, pero carece del sabor y los beneficios del AOVE. Es una opción más adecuada para cocinar a altas temperaturas.

Para obtener los máximos beneficios y disfrutar de un sabor auténtico, elige siempre Aceite de Oliva Virgen Extra.

2. Observa el color, pero no te dejes engañar

El color del aceite de oliva puede variar entre verde intenso y amarillo dorado. Aunque a veces asociamos el color verde con una mayor calidad, en realidad, el color depende de la variedad de la aceituna y el momento de la cosecha. Lo importante no es el color, sino el frescor y la pureza del aceite. Sin embargo, es útil observar si el aceite está limpio y sin partículas, ya que estas podrían indicar mala filtración o almacenamiento.

3. Lee la etiqueta con atención

La etiqueta proporciona mucha información relevante para elegir un buen aceite de oliva. Estos son algunos puntos clave a revisar:

Origen: los mejores aceites suelen indicar el lugar de origen de las aceitunas. Los aceites de origen protegido (DOP) y los de Indicación Geográfica Protegida (IGP) (en nuestro caso bajo la Denominación de Origen Oli de Mallorca, que nació para preservar y garantizar la procedencia y rasgos únicos del aceite mallorquín) están sujetos a regulaciones estrictas que aseguran su calidad.

Fecha de cosecha y consumo preferente: la frescura es fundamental en el aceite de oliva. Idealmente, deberías consumirlo dentro de los 18 meses posteriores a la cosecha. Si la fecha de cosecha no aparece en la etiqueta, puedes verificar la fecha de consumo preferente, aunque es menos precisa.

Variedad de la aceituna: al igual que con el vino, la variedad de la aceituna influye en el sabor. Desde Oli Solivellas utilizamos arbequina y picual.

4. Prueba el aceite y confía en tus sentidos

Un buen aceite de oliva debe tener un aroma fresco y frutado. Puedes hacer una prueba sensorial en casa para evaluar su calidad:

Olor: huélelo primero. Debería recordar a frutas frescas, como manzana o tomate, o a notas de hierba recién cortada.

Sabor: toma un sorbo pequeño y distribúyelo por toda la boca. Debería tener un sabor equilibrado, con un toque de amargor y un leve picor en la garganta, especialmente si es de variedad Picual. Estos son signos de un aceite con buen contenido en polifenoles y antioxidantes.

5. Almacena correctamente tu aceite

Una vez que hayas elegido un buen aceite de oliva, es esencial almacenarlo adecuadamente para preservar su frescura y sabor. Algunos consejos son:

Evita la luz y el calor: Guarda el aceite en un lugar fresco y oscuro, lejos de fuentes de calor. La exposición a la luz y al calor acelera su oxidación y hace que pierda sus propiedades.

Mantén el envase bien cerrado: El contacto con el aire también puede degradar el aceite. Asegúrate de mantener el envase cerrado cuando no lo uses.

Usa envases opacos: Si el aceite viene en botella transparente, transfiérelo a un recipiente opaco o guárdalo en un armario para protegerlo de la luz.

Elegir un buen aceite de oliva es una inversión en sabor y salud. Al conocer los diferentes tipos de aceite, leer las etiquetas, hacer una cata sensorial y cuidar el almacenamiento, podrás seleccionar y disfrutar de un aceite de oliva de calidad que enriquecerá tus platos y aportará beneficios a tu alimentación.

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